Qué es lo que queda al diente de león cuando el viento lo ha soplado todo y se ha llevado hasta el último pétalo dejando tan solo la desnudez… la fuerza de la naturaleza es así.
Allá… un potente viento sopla,
su fuerza destructora ladea el tallo de un lado a otro una y otra vez, golpeando
fuerte las hojas que solo ofrecen resistencia un momento; después de haber
cimbrado todo y golpeado todo, la destrucción flota en el viento dejando
expuesta a la nada como penumbra de la muerte. El viento huele a tristeza y
desolación, porque el viento ha derrumbado todo sin ninguna explicación… la
fuerza de la naturaleza es así.
Allá… hay niños y niñas bajo
los escombros, caritas que se asoman y nos hacen visible el rostro de la fe.
Las manos se multiplican para remover y para liberar, para sostener, para
cargar… Las palabras brotan para animar, para consolar… la fuerza de la
solidaridad es así.
Allá… bajo los escombros,
los encuentros de los niños y las niñas son los que más llenan de fe y han
hecho visibles a los invisibles, sus ojos serenos y confiados dan muestra de
que aún creen… la fuerza de la esperanza es así.
Acá… un suave canto
sopla sobre un diente de león para llevar entre sus semillas un pensamiento:
que ningún niño sea visible solamente bajo los escombros mientras que pasa
inadvertido entre la guerra, los campos de refugiados o la falta de educación,
que lo importante sea siempre visible para todos.
Qué es lo que queda cuando el viento lo ha soplado todo y se ha llevado hasta el último pétalo dejando tan solo la desnudez… solo podemos confiar en la fuerza reconstructora del amor, la fe, la solidaridad, la visibilidad, la hermandad, pero, sobre todo, saber que la liberación de cualquier niño, de entre cualquier tipo de escombro, es lo mejor que podemos hacer por la humanidad.
Soplo
un diente de león para los niños y las niñas de Turquía y Siria
Betty Cotero
Cuanta razón, mi querida Betty, la única fuerza reconstructora, constructora y salvadora es el amor.
ResponderBorrarComo siempre un excelente texto reflexivo, gracias por tu genialidad.
Gracias Betty, por recordarnos lo que tiene verdadero valor para el corazón, la mirada y la acción. Saludos
ResponderBorrarQue queda, la desnudez de lo material y descubre el amor!
ResponderBorrarGracias Bety. Rastros de la desolación y desesperación que pueden mostrar rostros de solidaridad, esperanza y amor de quienes somos testigos, cercanos o lejanos, de la realidad.
ResponderBorrar💙💙💙
ResponderBorrarLa liberación de los niños es lo mejor que podemos hacer!!
ResponderBorrarExcelente trabajo el de hacernos reflexionar en la fe y la esperanza de lo bueno que puede haber en un mundo caótico y deshumanizado
ResponderBorrarEl amor ha sido y es la fuerza que mueve aquello que es resultado de una mente estulta y deshumanizada
Felicidades Betty por tu creatividad y visión de un mundo mejor
Sigues viendo en los niños a los protagonistas delos cambios
Un abrazo afectuoso